jueves, 17 de julio de 2008

V de venganza

La venganza es dulce, sabrosa, digna de los labios ávidos por una herida. A nuestro personaje, que ya lo presentaré luego, lo rechazaron. Cómo. Pues dejándolo en el olvido. Pasó dos meses cabizbajo, triste, más callado que lo habitual. Luego tuvo que pasar tres meses intentando dejar de lado su estúpida personalidad, como lo llamaba él a su carácter apático, egoísta, colérico. Y por último, y he aquí lo que nos interesa, una semana pensado en cómo vengarse, en cómo recobrar el equilibrio existencial, en cómo hacer sufrir, como él sufrió, a la persona que lo dañó profundamente.
De los treinta días que pasó encerrado en su habitación, mirando al techo, fumando, corriéndosela, golpeando la pared, rompiendo una que otra cerámica, etc., solo vamos a referirnos a siete. Los veintitrés días restantes se las pasó como indiqué hace poco. Agregando, para que no me juzguen de simplista, que los pasó jugando play station, leyendo, viendo películas, tirando a la mujer que siempre estuvo detrás de él, quemando cartas y peluches. Acaso sea importante decir que se le vino la idea del suicidio mientras limpiaba su baño con ácido muriático. Pero el conflicto que leyó sobre Camus y Sartre hizo que desechara la idea.
(Fragmento de V de venganza)
(autor: Cenobita)

domingo, 6 de julio de 2008

ESTRELLA


Si dentro de ti aún existiera esa gota de ira con la que a veces sueño, te tendría cerca de mí, de repente, por las noches cuando creo soñar y sólo veo sombras y no regreso la mirada a la derecha. Porque cuando refleja la luna su brillo al mar, deslumbra tan sólo una inmisericorde estrella que va quieta y calmada intentando hacer brillar todo este océano negro que escapa de mis sueños; ése al que huyo cuando no hay más noches, cuando llega la marea, cuando pierde el pescador sus cortas redes; y brilla, y sigue en medio de la noche, va y me deja la estrella, solo y sin sueños, solo y sin sombras, solo y sin brillos, y solo.





El Chuto

martes, 1 de julio de 2008

MI DOLOR RESIGNADO LATE FALLIDO, SIEMPRE SOLO


Estaba escribiendo sobre ti, sobre cómo te contemplo cuando viras en el cielo, cómo se regocija tu alma sin lamento, cómo caen tus lágrimas al caer la noche, cómo se desviste tu sí. Necesitaba descargarme de alguna forma y es el papel el verdugo perfecto que ejecuta mis palabras y hoy te dejo ir, dejo ir el sinsentido dentro de mí sin ser mío.

Tan esquiva que necesito aprisionarte en una litera de cristal, entre crines de rocín y plumillas de ganso. Ligera y abrumante, mitigas sentires distantes y acortas lejanías aún cuando sabes que la distancia se mece entre lo real y lo soñado: haces que todo esto sea posible.

Eres la única que logra desnudarme por completo, quien puede perderme en el silencio, quien deja de existir al yo nacer y deja de morir al yo vivir. Por mí existes y eso, mi preciosa, me mata.

Dejas mis párpados baldíos, noches y mañanas tras jornadas de holocausto y orgías pasionales, tiñes de cobrizos matices donde caen mis manos que no dejan de tocarte, y sólo eso quiero, y en eso caigo muleto tuyo presuroso: tocarte.

Y ahora, bronceada en el balneario de mis sones y viajante en la melodía de mis abstracciones, fugas de mi voz como vienes a mi mente en una acoplada y sutil inspiración; aún antes de ser mía eras ya del mundo falso.

Señora amada, tienes la edad del viento y eres tan amante joven de aquel que hoza hacerte suya como hace suyo el sol al ocre.

Hoy, eres mía.







El Chuto